Francisco Coloane - Fotografía de Daniel Mordzinski |
Recuerdo que siempre lo leí con muchísimo
interés, viviendo cada relato con el corazón apretado y con creciente atención.
Sus libros llenaron de vivencias mis horas estudiantiles. En los años 60, siendo alumna de enseñanza básica, tuve la oportunidad de
saludarlo en el antiguo aeropuerto de Cerrillos, deslumbrada y tímida, sólo pude expresarle que lo admiraba, pero no pude
contarle con detalles cómo sus relatos habían calado hondo en mi corazón.
Luisa García-Hernández.
Considerado uno de los más importantes
narradores nacionales, Francisco Coloane nació en el sureño pueblo de Quemchi,
Chiloé, el 19 de julio de 1910. Hijo de un capitán de barcos balleneros y de
una pequeña propietaria agrícola, Francisco Coloane cursó sus primeros estudios
en las escuelas locales de Quemchi, para luego ingresar al Seminario de Ancud,
donde realizó estudios equivalentes al segundo año de educación media.
Aun antes de terminar sus estudios, comenzó
a trabajar como secretario, al tiempo que publicaba sus primeros relatos en
revistas y diarios de la región. Más tarde, en 1929, fue contratado como
aprendiz de capataz en una estancia ganadera de Tierra del Fuego, experiencia
que dió tema a gran parte de su obra, y que se sumó a las labores que
desarrolló como escribiente de la Armada de Chile y miembro de las expediciones
petrolíferas realizadas en la provincia de Magallanes.
Integrante de la Generación
Literaria de 1938 y poseedor de una prosa potente, Coloane
manifiesta en sus textos la lucha continua del hombre y su entorno, siempre
situado en las regiones inhóspitas del sur chileno o en las soledades de alta
mar, como se ve en dos de sus libros más reconocidos, Cabo de Hornos
(1941) y El último
grumete de La Baquedano (1941). Estos tópicos se manifiestan
también en sus volúmenes de cuentos, como Golfo de Penas (1945) y El chilote Otey y otros relatos
(1971), y en sus incursiones en la dramaturgia, como La Tierra del Fuego se
apaga (1945).
Su obra ha sido objeto de múltiples comentarios y artículos de prensa;
y él, llamado por la crítica europea como "Jack London de
Sudamérica", a raíz de las cercanías temáticas que mantiene con el
escritor norteamericano, en especial en lo que se refiere al retrato del hombre
frente a una naturaleza aún indómita e inexplorada, principal fuente de
inspiración de ambos autores.
Francisco Coloane realizó también una
prolífica tarea como periodista y redactor de diversos medios de prensa,
escribiendo numerosos artículos y
notas para medios como La Crónica, El Siglo y la revista Zig-Zag,
de la cual fue redactor político. Tampoco resulta menor su actuación gremial,
que lo llevó a la presidencia de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) y a
una continua participación tanto en esta asociación como en el Colegio de
Periodistas, del cual fue miembro.
Ganador del Premio de la Sociedad de
Escritores en 1957, y del Premio Nacional
de Literatura en 1964, Francisco Coloane es sin lugar a dudas uno de
los escritores chilenos de mayor relevancia, tanto en el país como en el extranjero,
lo que se ha visto ratificado en el reciente éxito de sus obras en Europa, así
como en la reedición de algunos de sus textos en Chile, como El guanaco
blanco.
Francisco Coloane falleció en Santiago el 5
de agosto de 2002, a los 92 años de edad.
Fuente: www.memoriachilena.cl/602/w3-article-632.html
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