miércoles, 28 de enero de 2009

Un poema de Stella Díaz Varín






DOS DE NOVIEMBRE



No quiero

Que mis muertos descansen en paz

Tienen la obligación

De estar presentes

Vivientes en cada flor que me robo

A escondidas

Al filo de la medianoche

Cuando los vivos al borde del insomnio

Juegan a los dados

Y enhebran su amargura.



Los conmino a estar presentes

En cada pensamiento que desvelo



No quiero que los míos

Se me olviden bajo tierra

Los que allí los acostaron

No resolvieron la eternidad



No quiero

Que mis muertos me los hundan

Me los ignoren

Me los hagan olvidar

Aquí o allá

En cualquier hemisferio



Los obligo a mis muertos

En su díaLos descubro, los trasplanto

Los desnudoLos llevo a la superficie

A flor de tierra

Donde está esperándolos

El nido de la acústica.



Stella Díaz Varín

martes, 27 de enero de 2009

Fallece Eduardo Díaz, un gran escritor y Presidente de la Filial Sech Antofagasta




El pasado viernes 23 de enero, producto de un cáncer, falleció uno de los grandes personajes de nuestra literatura nortina, me refiero a Eduardo Díaz Espinoza (1937- 2009), quien durante toda su existencia se preocupó de ser un intermediario social a través de sus distintas publicaciones literarias.


Recordemos que entre sus publicaciones tenemos "Los Mitos derrotados" (poemas); "Elegía al Chango López" (poemas); "Pequeña Guía Literaria de Antofagasta" (ensayo), "Aquelarre (alquelagarre)" (antología) ; y además fue editado en varias antologías poéticas y revistas. Tuvo además los programas "Glosas del Mediodía", en Radio La Portada; "Surcando surcos" en Radio Antofagasta. En lo social, fue Fundador del Círculo de Estudios Literarios Manuel Durán Díaz ( 1992).


Participó en las bienales de México, Brasil y Cuba de poesía visual (visual poem) y mucho más.


Antes de llevar sus restos al crematorio, su cuerpo fue llevado a la sede del Partido Comunista, lugar donde se le rindió un sentido homenaje a su trayectoria.


COMUNICADO:
SOCIEDAD DE ESCRITORES DE CHILE DE DUELO POR FALLECIMIENTO DE EDUARDO DÍAZ


"Con profundo pesar, la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), comunica a la opinión pública y a los escritores de Chile, que, producto de un cáncer , ha fallecido el escritor y presidente de la Filial SECH Antofagasta, Eduardo Díaz Espinoza (Antofagasta, 1937). El Directorio de la SECH desea expresar un especial reconocimiento a quien fuera un gran promotor de la Literatura del Norte y colaborador de nuestra institución hasta sus últimos días.


Asimismo, en estos difíciles momentos, acompañamos fraternalmente a su familia.


DIRECTORIO Sociedad de Escritores de Chile



Eduardo se fue dando la batalla hasta el final, entusiasta esperaba la fecha que lo llevaría, con la delegación de la SECH, a la Feria del Libro de La Habana. El Departamento de Prensa de la SECH desea compartir con ustedes una nota de su característico humor, expresado por él, a modo de bibliografía, en la página web del gremio, donde también colaboró:


"Poeta, artecorreista. Dedos verdes, he plantado árboles en el desierto. Editor de revistas y papeles como...

"El Cogote Pelado",

"Papelglifos",

"La Guerra 33",

"La paloma lesbiana",

"El guajache maricón",


todos RIP pero, sirvieron en la dictadura". "No escribo para los clubes de rayuela, barcos hundidos, asociación de ex amantes, ni viejos estandartes. Mal o bien escribo y punto.


Durante 17 fui famoso porque me cuidaban unos ñatos medios sospechosos, me cuidaban cuando no estaba preso". "Ya no fumo, bebo con moderación (ahora cuesta abajo en la rodada). Detesto la Coca Cola, prefiero la chicha de algarrobo y puedo tomar sin asco leche".

http://www.elobservatodo.cl/admin/render/noticia/12970

domingo, 18 de enero de 2009

Soledad




Siento la estocada artera

de esta soledad

que sin voz me grita

sin brazos me hunde



esta soledad

que sin manos

me abofetea con fuerza

dejándome exhausta

en el silencio



Esta noche

sólo la lluvia compone

un canto triste

al caer mansamente



quizás sea ella

mi mejor compañía.








domingo, 11 de enero de 2009

Recomendado: El caso Neruda de Roberto Ampuero

Roberto Ampuero


"Lo que engrandece a Neruda son sus contradicciones"



Hechos conocidos e inéditos del poeta marcan la historia que el escritor chileno Roberto Ampuero ha construido en su nueva novela El Caso Neruda, donde dos personajes interactúan presentado al lector el pasado del famoso escritor. En la realidad, Neruda -residiendo en su casa de La Sebastiana-, y en la ficción, Cayetano Brulé, el detective creado por Ampuero.Ampuero juega con la especulación y el "que hubiera pasado si", donde las palabras "Yo te pregunto, ¿dónde está mi hijo?", contenidas en el libro Los Versos del Capitán -que el autor escribió clandestinamente para Matilde Urrutia en 1952, cuando eran amantes-, hubiesen tenido eco en la vida de Neruda.


"Creo que hay dos momentos cruciales que me encienden la chispa para escribir el libro, uno es que leyendo a Neruda veo de pronto un poema donde el habla de la hija que tuvo con hidrocefalia, de Malva Marina, donde expresa su dolor y dice que esperó con mucho amor a esta hija que no nació sana, que no tenía posibilidad de recuperarse y que iba a morir temprano y, después, en el libro Los Versos del Capitan, Neruda tiene un poema que se llama La Prodiga, que está dedicado a Matilde Urrutia donde él dice 'y yo te pregunto donde está mi hijo'. Me di cuenta que siempre hablamos de Neruda como un hombre muy exitoso, con mucha, fama, amigos, amantes, el Nobel y que sin embargo había en él un aspecto que era como una obsesión y un dolor tremendo, del que nadie habla y que es que quiso ser padre pero no pudo", comenta a LaTercera.com, Roberto Ampuero.


Sobre esta base parte el autor de Los Amantes de Estocolmo para ficcionar la vida de uno de los autores más conocidos de nuestro país y unirlo a su ya mítico detective privado que, en la novela, al igual que Neruda, es descubierto, ya que por primera vez se cuenta el origen de Brulé.
"Los personajes cuando tienen una saga comienza a crecer o a morir, si nadie lo lee. Este personaje ha tenido mucha aceptación y muchas traducciones y de pronto comienza a adquirir su propio peso y dentro de las cosas que empieza a exigir es su historia previa, porque siempre queda en una especie de neblina sobre cómo había llegado a Chile, cómo se había convertido en investigador, con quién había llegado, por ejemplo", afirma.


De igual forma, el escritor comenta que a medida que se fueron dilucidando las distintas aristas de las vidas de ambos personajes, el Neruda llevado a la ficción y Brulé, que siempre ha vivido en ella, la novela tomó su propio ritmo. "Los dos personajes me fueron conquistando, se dio la novela y no fue una que me costó concebir sino que cuando arrancó tomó fuerza inmediatamente, es la novela de Cayetano (Brulé) que más me encanta porque tiene esa fuerza de que se escribió sola", dice.


Asimismo, Ampuero recalca el valor de descubrir la figura del "gran poeta chileno" con sus luces y sombras, sin ser una apología ni una demonización de un personaje cuyo mito ha sido en muchos casos más grandes que su propia vida y obra.


"Sus dolores quedan un poco ocultos, así como sus errores, yo en esta novela me encargo tanto de sus inconsecuencias políticas como de su relación con las mujeres, creo que tocar ese aspecto de lo que no alcanzó a lograr un ser siempre visto como perfecto, ejemplar, era para muchos debilitarlo, pero mi intención es tratar de subrayar aquellos elementos que lo engrandecen, lo que a mi parecer se encuentra en sus contradicciones. Esta novela construye a un Neruda de carne y hueso y probablemente esa sea también su fortaleza", afirma.


Un Neruda que más allá de la colección de caracolas y mascarones de proa, la casa en Isla Negra, el Premio Nobel, las múltiples amantes y los versos románticos, es configurado por Ampuero como un hombre contradictorio, un campeón de las relaciones públicas que supo proyectar una imagen sobre sí mismo que sus seguidores se dedicaron de subrayar y que él supo aprovechar bien.


Una imagen que puede no gustar a los seguidores del poeta, pero que el escritor defiende al decir que no es una novela autobiográfica ni de corte histórico, así como también recalca la tendencia a ensalzar ciegamente a personaje claves de la historia nacional. "Nos falta una capacidad para mirar de forma mas madura lo que han sido los procesos en Chile y lo que han sido sus grandes hombres, pero también nos falta la capacidad para aceptar que los héroes o modelos no lo son porque hayan sido perfectos", concluye.


http://www.tercera.cl/contenido/29_69467_9.shtml