martes, 11 de diciembre de 2012

Nothing





Sólo mi nombre
subyace en mi
existo
en el vacío natural
e inconmesurable
de la vida

Luisa García-Hernández



viernes, 10 de agosto de 2012

II. Del diario íntimo de Gabriela Mistral

Enlaza con el artículo anterior
Cuaderno Liminar (años diversos) Pág. 33 34



Entre las razones por las cuales yo no amo las ciudades –son varias-  se halla ésta: la muy vil infancia que regalan a los niños, la paupérrima, la desabrida y también la canallesca infancia, que en ellas tienen muchísimas criaturas.


Si  yo hubiese de volver a nacer en valles de este mundo, con todas las desventajas que me ha dejado  para la vida entre urbanos mi ruralismo, yo elegiría cosa no muy diferente de la que tuve entre unas salvajes quijadas de cordillera: una montaña patrona o unas colinas, ayudadoras de los juegos, o ese mismo valle de un kilómetro de ancho y dividido por la raya del pequeño río, como una cabeza femenina.


Por conservar sentidos vívidos y hábiles, siquiera hasta los doce años, a saber distinguir los lugares por los aromas; por conocer uno a uno los semblantes de las estaciones; por estimar las ocupaciones esenciales, que son, precisamente, las bellas, de los hombres antes de conocerles las suplementarias y groseras: el regar, el podar, el segar, el vendimiar, el ordeñar, el trasquilar.


Por entrar a los libros a los diez años, contando ya con una muchedumbre de formas y siluetas legítimas, a fin de que no se amueble la mente de nombres sino de cosas: cerro, vizcacha, guanaco, mirlo, tempestad, siesta. (El campo solamente posee la madrugada y la noche, por ejemplo).


Con el deseo de recibir el alfabeto de los sonidos, antes de que me den tontamente anticipada la música adulta.



A fin de que mis manos tomen posesión concienzuda y fina de los actos de las cosas, y se me individualicen cabalmente las lanas, los espartos, las gredas, la piedra porosa, la piedra-piedra; la almendra velluda, la almendra leñosa, y muchísimos cuerpecitos más, en las palmas conscientes.



La infancia en el campo, que avergüenza como un vestido de percal a nuestra gente cursi, la he sentido yo siempre, y la considero todavía, y cada día más, como un lujoso privilegio; agradeciendo la mía y deseando delante de cualquier niño que ya se endereza, el que la tenga semejante, cargada del mismo maravilloso que me ha sustentado a mis cuarenta años.




sábado, 14 de julio de 2012

I. Del diario íntimo de Gabriela Mistral

De los cuadernos de vida, recopilados por  Jaime Quezada en el libro "Bendita mi lengua sea. Diario íntimo".

Montegrande



Yo se que el Valle de Elqui adentro, que es en verdad mi pueblo, porque en Vicuña nací de casualidad, vive una misera incalificable, igual que la de todo Chile montañés que está lejos de las ciudades gastadoras y cursis. En la aldea de La Unión me hicieron. Y en la otra, Montegrande, me crié. Esta es la realidad. Y a Vicuña apenas la conozco, a no ser en un vago recuerdo atravesando de noche sus calles -a los siete años- con una velita en mis manos.

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Yo me crié en Montegrande, el penúltimo pueblo del valle de Elqui. Una montaña al frente y otra a la espalda. Y el valle estrechísimo y prodigioso entre ellas: el río, treinta casitas y viñas. Viñas.

De 3 a 11 años viví en Montegrande. Y ese tiempo y el de maestra rural en La Cantera me hicieron el alma.

El mar me gusta mucho menos que la montaña. No tiene silencio, dentro del cual una pone todo. Además, su inquietud casi me irrita.

La montaña me lo da todo. Me eleva el alma inmensamente, me aplaca y se me vivifica. En cada quebrada con sombra pongo genios de la tierra, poderes, prodigios.

El azul festivo del mar no me gusta. Todos los colores de mi montaña me gustan.


lunes, 2 de julio de 2012

Carta de Gabriela Mistral a Magallanes Moure



"Pero siempre, siempre, hubo en mí un clamor por la fe y por la perfección,
siempre me miré con disgusto y pedí volverme mejor.
He alcanzado mucho; espero alcanzar más."


Siempre pensé en que lo que es la flor misma, la coronación de mi religión, el amor a los seres está en Ud. mucho, mucho más que en mí. En Ud. es estado cotidiano, en mí florece después de luchas reñidas con mi ángel malo. Siempre lo vi como Ud. se me presenta: con un alma no viril (por virilidad entienden casi todos la rudeza) y sufre siempre que va por sus venas no la sangre espesa que da las pasiones comunes, los celos, los rencores, sino un zumo azul de azucenas exprimidas. Y vea Ud. cómo se cumple aquí cierta extraña ley según la cual llega a un paraje privilegiado un pobre anhelante atravesando diez países, y no llega, porque no le tienta o porque tiene cobardes los pies fuertes, el que está al mismo nivel del paraje aquel, separado de él por una pared frágil. Ud. no necesita ascender; está en el mismo plano, pero le repugna el esfuerzo y sobre todo un esfuerzo hacia cosas que le inspiran desamor. ¡El caso mío es tan diverso! Yo nací mala, dura de carácter, egoísta enormemente y la vida exacerbó esos vicios y me hizo diez veces dura y cruel. Pero siempre, siempre, hubo en mí un clamor por la fe y por la perfección, siempre me miré con disgusto y pedí volverme mejor. He alcanzado mucho; espero alcanzar más. ¿No ha pensado Ud. nunca que la fe sea un estado de vibración especial en el cual hay que ponerse para que el prodigio venga a nosotros o se haga dentro de nosotros? La materia necesita hallarse en tal o cual estado para quedar habilitada para tal o cual operación o transformación magnífica; en su estado natural es un imposible alterarla o realizar la maravilla que después se realiza. ¿No ha pensado Ud., cuando los descreídos alardean de no haber oído llamado alguno espiritual, que la fe mueva dentro de nosotros ocultos resortes, abra ventanas incógnitas que nadie sino ella pueda abrir, hacia lo desconocido? Ud. que sabe del amor a todo lo que vive habrá sentido que ese estado de simpatía es una felicidad. (Puede llegar al éxtasis.) Bueno; este estado de fe a que le he aludido se parece mucho a ese estado de arrobo que da ese amor. De ahí que el que ama se parezca mucho al que cree y de ahí que la fe pueda llenar el sitio que el amor debió llenar en un alma. Santa Teresa y los místicos conocieron, dentro de la exaltación espiritual, el estado del amor como el más apasionado de los mortales; no les quedó ignorado ese estado; tal cosa fue una inferioridad; lo conocieron enorme y arrebatador en sus éxtasis. Se parecen tanto el rezar y el querer intenso! El estado de exaltación en el que florece la oración, lo llevo yo a veces todo un día. Voy orando, orando; mi corazón y mi pensamiento son una llama que clamorea al cielo por trepar hasta Dios. Y esos son mis días de dicha intensa. Será que riego las cosas de mi amor y gasto raudales de espíritu; ello es que tengo después depresiones lastimosas. Y tanto como oí de luz cegadora veo después de entraña negra; ¡caigo tan alto como subí!; un hastío me roe el corazón, que un día antes fue una apoteosis y suelo llegar hasta la desesperación. No dudo de Dios, no; dudo de mí; veo todas mis lepras con una atroz claridad; me veo tan pequeña como los demás, escurriendo mis aguas fétidas de miseria por un mundo que es una carroña fofa. Sufro horriblemente. Sin embargo, estas etapas se hacen cada día más breves; ya no ocupan como antes años, meses, ni siquiera semanas. Yo he descubierto el enemigo: es la exaltación misma en el creer. Yo sé que Ja perfección no puede ser sino la serenidad. Y la busco, y la hallaré algún día. El arte daña para esta busca; el arte —y el de hoy más que otro— está impregnado de fiebre; convulsionado de una locura lamentable.


Yo no soy una artista, pero el ver estas cosas aún desde lejos daña. A mí me ha salvado la enseñanza. ¡Es tan vulgar y tan seca! Hay períodos en que yo trabajo salvajemente en cosas que ni aun necesito hacer, para gastarme esta exuberancia de fuerzas, para fatigarme el espíritu inquieto.

¿Por qué le hablo tanto de mí? No sé; me parece un deber mío mostrarle todo lo que de malo y de amargo yo alojo dentro. Cada día veo más claramente las diferencias dolorosas que hay entre Ud. —luna, jazmines, rosas— y yo, una cuchilla repleta de sombra, abierta en una tierra agria. Porque mi dulzura, cuando la tengo, no es natural, es una cosa de fatiga, de exceso de dolor, o bien, es un poco de agua clara que a costa de flagelarme me he reunido en el hueco de la mano, para dar de beber a alguien, cuyos labios resecos me llenaron de ternura y de pena.

Vea Ud., pues, cómo ésta que cree que siente a Dios pasar a través de ella como a través de un lino sutil, es tan miserable, tan llena de máculas al lado de Ud. y que no cree. Esto mismo ¿hará que a Ud. no le importe el creer? No, hará que Ud. lo desee porque si con mi escoria negra suelo yo hacer una estrella (entrar en divino estado de gozo espiritual) Ud. con su pasta de lirios a qué zonas entraría, qué corrientes de luz eterna atraería a su mar, qué vientos cargados de olor a gloria bajarían a su valle, si Ud. quisiera gritar con todas sus fuerzas creo?

No, yo no soy capaz de enseñarle nada y todo lo que puedo hacer por Ud. es matar sus ocios con cartas largas que le devoren una hora de fastidio.

La vida me ha dejado un guiñapo sucio de las ropas magníficas que mi alma debió tener y Ud. no puede, ¡no, por Dios, llamarme maestra! Si no fuera Ud. quien lo dice, me parecería una burla.

Respecto a los "Juegos Florales": me dolió lo que un anónimo me decía porque —y aquí le confesaré uno de mis fanatismos— se me decía allí farsante. Ponga Ud. en lugar de esa palabra cualquier insulto, cualquiera, y me quedo tranquila; pero nada he cuidado más celosamente que de ser presuntuosa y me he arrancado con pinzas calientes las pequeñas vanidades que me asomaban a flor de labios y de ahí que me exaspere la palabra farsante más que otra cualquiera. Sobre la publicación de la poesía, hay esto: Yo no he querido que la poesía se conozca, y esto por razones morales largas de contar. La he negado a varias publicaciones de provincia que me la pidieron. Sin embargo, alguien me la ha sacado de entre mis papeles y sé que la ha mandado a alguna parte. Por cierto que yo no he autorizado esto. Ni aun va firmada. Así, pues, agradézcole hondamente su bondadosa proposición y no la aprovecho por las razones dadas.

Le he dicho que tengo malos días. Este es uno y otros le han precedido. Hoy me he visto tan miserable que he desesperado de ser capaz de hacer bien. A nadie, a nadie puede dar nada quien nada tiene. ¡Dulzura! me he dicho. Pero si no la poseo. ¡Consolación! Si eres torpe y donde cae tu mano es para herir. Y este demonio me ha azuzado cruelmente. No es a los demás a quienes odio en estos días, es a mí, a mí. No sé; el negror de los pinares se me entró en el espíritu. A propósito. Corrija en ellos cambiando en "Así el alma era — tapiz sonrosado", tapiz por alcor. Debí empezar hablándole de unos ejercicios para su salud. Llenarán mi próxima. Espero lavarme de mi lodo de pesimismo y estar limpia para mi próxima. ¿Es verdad que Ud. mejora? ¿Usa Ud. también las mentiras piadosas de que me habla? El 4 de Frbro. me voy a Talcahuano, talvez dos días antes, talvez.

Rezo por Ud. esta noche, con fervor intenso.

L. Godoy


26 de En.



martes, 1 de mayo de 2012

23 de abril Día Internacional del libro





No escribiré la historia de por qué es el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, ya que tenemos en la Web información más que suficiente.  Sólo diré que los libros deben ser una diaria compañía, un libro es un mundo por descubrir, es un viaje gratuito a mundos inimaginados, es un placer para los sentidos,  recorrer y descubrir esos caminos por los que nos lleva un escritor.

Leer es abrir puertas al placer y a la magia de viajar sin movernos de nuestro entorno. Leer es también aprender y aprehender. En lo personal no concibo la vida sin lectura constante.  Las personas se quejan de tener poco tiempo para dedicar a la lectura, si yo les contara el provecho que saco de mis viajes a la oficina,  que leo a lo menos dos horas diarias cada día  -en el metro (una hora de ida y otra de vuelta a casa). 

Por favor, incentiven la lectura en sus niños, con cuentos, con revistas dejadas como al azar, para crear en ellos la necesidad de la lectura, que los hará mejores personas y desarrollará su intelecto y el interés por el conocimiento.


En fin, en  este país (Chile) en que se lee poco, cualquier ayuda es buena para que los niños comiencen desde la más tierna infancia con este ejercicio que sólo traerá beneficios, aprenderán a ser selectivos, ampliarán su comprensión y acrecentará el interés en sus estudios futuros.

Luisa García

domingo, 8 de abril de 2012

Gabriela Mistral y Yin Yin: un hijo es siempre un hijo

Gabriela Mistral
Vicuña 7 de abril de 1889 - Nueva York 10 de enero de 1957


Doris Dana declaró en una entrevista que Juan Miguel –Yin Yin era hijo de Gabriela.  Hijo o no, Gabriela Mistral sufrió como sufriría toda madre:  con las enfermedades de Juan Miguel, los años difíciles de la adolescencia  y el posterior suicidio de éste.  De mis muchas lecturas acerca de la vida de Gabriela Mistral comparto estos textos con ustedes.

Luisa García H.

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“Gabriela lo llama Yin Yin, y lo mimó con todo el exceso de su carácter y la pasión de una madre frustrada que por fin tenía un hijo de su sangre, aunque no lo hubiera parido
Sobre su parentesco con Yin Yin hubo toda clase de versiones. Su media hermana Emelina se muestra muy escéptica: "Mire, hijita, ese hermano natural no existe. Si Lucila quiere adoptar un niño, no tenía por qué inventar ese hermano". Son varios lo que piensan que Yin Yin es hijo de la carne de la Mistral.
 María Urzúa -escritora que fue secretaria de Gabriela en Petrópolis de 1944 a 1945- cree derechamente que Yin Yin es hijo de la Mistral: "Nació posiblemente en África. Tal vez en Argelia, a fines de 1923” (Gabriela Mistral pública y secreta - Volodia Teitelboim - Pág. 228).

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“Pongamos en un platillo de balanza frases escritas por Gabriela Mistral afirmando ser tía de Yin Yin; y pongamos en otro la reciente declaración oral hecha por Doris Dana: Gabriela Mistral le habría confesado, en su postrimería, ser la madre de Yin Yin. Aunque esta balanza sea dispar, pues por un lado pesa escritos y por el otro voces, veamos cómo obran sus respectivas persuasiones.
Lo escrito indica fehacientemente que, según Gabriela Mistral, ella es tía y no madre. La prueba de mayor peso es el siguiente trozo de una oración por el alma de Yin Yin:
"Madre de Juan Miguel, madre que por voluntad de su Creador él ya no tuvo cuando supo entender y hablar, madre que se le fue antes de cantarle sus canciones de cuna, madre cariñosa que hubiese sabido darle los cariños que yo no supe; madre cabal donde yo era un mero balbuceo, una cotidiana torpeza; madre catalana con leche del Mediterráneo, que lo hubiese amamantado en sedimentos de olivos y mármoles, dándole la dulzura fuerte, el brillo enérgico, la ductilidad sin compromiso, que yo no pude nutrirle, perdóname si no lo hice feliz; perdóname si por culpa mía se fue quebrando la Ley de Moisés". (Luis Vargas Saavedra. El Otro suicida de Gabriela Mistral. Ediciones Universidad Católica de Chile, 1985, 103)

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Carta de Palma Guillén a Gabriela Mistral

La Habana sept. 23 /942 
Hijita linda y querida:
Acabo de recibir una carta de Juanito que me ha dejado una impresión muy penosa.
Me habla en ella de su deseo de ser aviador y me ruega que no me oponga. Le he contestado lo que te contesté a ti a ese respecto: que no estaría mal que se hiciera hombre – que es lo primero que tiene que ser un aviador: hombre fuerte, disciplinado, firme y tranquilo – dedicándose a la aviación. Dominándome mucho para no decirle cosas duras, le he explicado que ser aviador no es volar – que eso es la práctica del oficio y que va a tener que estudiar cosas mucho más difíciles que las que estudia en Viçosa –: matemáticas, mecánica, física, química, astronomía, geografía etc. etc. Le he dicho que tú y yo queremos su bien, su provecho, y no el nuestro. Que si tú lo has puesto en la escuela agrícola es porque quieres comprarle una finquita – no para que él trabaje directamente la tierra, sino para que la explote y la dirija. Le he dicho muchas cosas sencillas y claras para que entienda que para dirigir, para mandar, hay que saber hacer las cosas y que ese es el objeto que tú persigues al tenerlo en Viçosa – Respecto a su entusiasmo por la aviación, he procurado hacerle entender que eso, en primer lugar, depende de que él sea físicamente apto –de que tenga la fuerza física necesaria – la cavidad toráxico y profundidad de respiración que la aviación exige y, en segundo lugar, de que el Gobierno brasilero acepte extranjeros… En su carta me dice que quiere ser escritor, que es escritor. Le he contestado lo mismo. Que para ser escritor hay que aprender, hay que escribir mucho y que escribir bien. Que si tiene vocación, puede escribir al margen de su trabajo de agricultor o de aviador porque no podrá ganarse la vida escribiendo, cuando menos mientras aprende – En esencia, hijita, no me he opuesto a que intente su entrada a aviación por las razones que te di en mi carta anterior: porque me parece que la disciplina y el ejercicio físico es lo primero que necesita. Para que no se haga un vicioso, cosa que en ese ambiente es fácil – necesita cansar su cuerpo – sea con el trabajo agrícola, sea con el deporte, sea con los ejercicios militares.

Cualquiera de las 3 cosas puede servirle. Si no ha de seguir en la escuela agrícola, que vaya a aviación para que se discipline y se fortalezca ya que los deportes no le han gustado nunca – Supongo que no podrá entrar a aviación porque con ese pecho hundido y con ese cuerpo laxo y débil, no debe tener las condiciones físicas requeridas. En ese caso debes dejarlo en la escuela agrícola aunque no quiera. Necesita estar de interno, hijita, para que aprenda a obedecer y para que trabaje y se discipline.– Interno en la escuela agrícola o interno en aviación. No te oculto que creo que, para formarle el carácter y para hacerlo un hombre, tal vez le convendría más la escuela de aviación en Estados Unidos o una de esas que se llaman academias militares.
Necesitas tener con él a la vez firmeza y ternura hijita, porque de ambas cosas necesita mucho– Su carta está llena de rencor – rencor contra ti, aunque no lo dice – contra los aduladores que te rodean (así dice) – contra Viçosa, contra lo que tiene que hacer, contra la vida – Es tremendo. La crisis de la adolescencia es siempre cosa muy seria, hijita, sobre todo cuando se tiene un temperamento nervioso y débil como es el caso de Juanito. Necesita salud, salud física y moral, vida – Ambas cosas puede encontrarlas en una actividad que lo obligue a un adiestramiento a la vez físico y moral – Me aflige no poder irme enseguida contigo para ayudarte en este grave momento –; pero necesito ir antes a México – Si fuera, si aceptara el traslado, tendría que ir a trabajar, no a estar contigo ni menos aún con él. Te confieso que prefiero ir libre. Estoy muy cansada y cualquier trabajo me cuesta un esfuerzo enorme – Cada día me convenzo más de que necesito cuando menos un año óyelo bien – un año – de descanso – Para arreglar mi vida he de ir antes que todo a México, hijita, pero después iré a verte, te lo prometo – Como te conté en mi anterior, me voy antes de fin de mes – es decir dentro de unos días – Te abrazo, mi pobrecita. Ten calma; firmeza y paciencia es lo que más necesitas en estos momentos difíciles –

Te abrazo. Cada noche rezo por ti y por YY. Mil cariños y bendiciones de tu
PALMA

(Hijita Querida - Cartas de Palma Guillén a Gabriela Mistral - Pablo Zegers Blachet - Págs. 21 y 22)

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 Oraciones a Yin y por Yin

I. Con Yin
Hijito nuestro, perdóname si te fallé en tus horas más apremiadas. Perdóname que en los momentos en que decidías tu destino, yo no haya estado junto a tu tribulación.






Ay, ese largo forado en el tiempo, por el cual entraste a tu agonía, pudo haberme tenido cerca, si no a tu lado, y aún capaz de convencerte y de irte guiando hacia la vida.


Perdóname, hijito, perdóname todas mis lejanías y alejamientos. Perdóname en mérito de lo que te di siempre: mi amor anudado a tus pasos, mi pobre amor que ahora se tambalea y cae como una bandera sin mástil.


Sentada al fondo de este pozo de ceniza, óyeme a través de la noche y recibe mi pena, alta como humareda.


Te busco y te rastreo por las cosas que aún están tibias de ti, que aún dan tu suave vaho; he dejado sobre tu mesa los libros abiertos, y abiertas se han quedado las cortinas, todo expectante como tus ropas, que casi logran cuajar tu bulto arrancado.


Murmúrame en el sueño, neto y rotundo, tu nombre y mi nombre. Lo escuche así yo, durmiendo, y despierte recién nacida de perdón.

Nosotras te queremos y te buscamos cada día, Yin; amor nuestro. Las dos seguimos viviendo contigo y para ti. Yin, sin olvido alguno, con los ojos puestos en tus ojos dulces y queridos.
.
Yin, chiquito nuestro, tú no has perdido una sola gota de nuestro amor; tú nunca nos perderás.
Tú estás, Yin, en nuestra memoria despierta y estás también en nuestro corazón dolorido.
Pero es en nuestro espíritu en donde tú, chiquito nuestro, estás con nosotras sin tristeza alguna y sin queja alguna dolorida.
Allí estás tú con nosotras y en el alma de nuestra alma, estamos siempre allí, estamos íntegros, limpios de toda miseria, reconciliados los tres, abrazados y felices.






Allí es donde querríamos verte siempre, recibirte y tenerte, amor nuestro; darnos a ti, gozar tu compañía, asomados por gracia nosotros tres a la Eternidad.


Ayúdate a ti mismo y ayúdanos a nosotras para que vivamos con frecuencia allí contigo, juntos los tres en ese punto de gracia. Y para que los tres seamos allí purificados y allí iluminados.


Vida nuestra, amor nuestro, pena y alegría nuestras, chiquito Juan Miguel, flor de nosotras.

.En donde ahora estés, amor mío, sé feliz, sé feliz.
La felicidad tuya nacerá de tu alma y no de lo que te acontezca, así sea lo mejor.

El Cristo que está en ti te dará la alegría. Acuérdate que Él va en ti, va contigo: te conduce y marcha a tu lado.






.Únete a El, mi amor, vuélvete a El, mi amor.


.Si en tu nueva Patria, en tu zona, en tu reino de hoy, existen espíritus angélicos sutilmente alertas para proteger y guiar, alégrate de ser el heredero de la redención que te trajo Cristo a la Tierra.
Y alégrate también, mi Yin, mi Juan Miguel, de nuestro pobre amor que te cubre, te bendice y te sigue eternamente.


Mi pensamiento va a encontrarte, niñito mío; él hace camino por encontrarte y quedar contigo.
Es mi amor el que va en busca tuya; es la fidelidad de mi amor, chiquito mío.


Mi espíritu desea quedar contigo mientras mi cuerpo duerme. Por abrazarte, por acariciarte, por sentirte y hacerte una larga compañía. 
(Oraciones a Yin y por Yin,  Fragmento.  Palma Guillén las titula: "Oraciones por Juanito")

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sábado, 31 de marzo de 2012

Muro de los lamentos


Muro de los lamentos

Las campanadas de un reloj incierto

indican la hora de mi encuentro

con el espejo de lo ido



sonríe 

o tal vez sonllora tu fantasma

en el cristal de la memoria



habla de luces y naufragios

de párpados y besos,

de violetas,

de inciensos,

de aquel amanecer

embriagado de versos



la luna del espejo, es el muro de mis  lamentos



Desvanecidos tus huesos

las coordenadas señalan:

                  todo es ausencia

                                          todo es silencio.





©Luisa García H.
Escrito un 29 de agosto de 2009
Rescatando antiguos poemas desde el baúl de los recuerdos.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Isabel Allende gana el Hans Christian Andersen de literatura infantil






La escritora chilena Isabel Allende ha sido distinguida hoy con el premio Hans Christian Andersen de Literatura "por sus cualidades como narradora mágica y su talento para hechizar a su público".

El premio, creado por una fundación privada en colaboración con el Ayuntamiento de Odense (Dinamarca), está dotado con 500.000 coronas danesas (90.000 dólares ó 67.000 euros), una escultura de bronce y un diploma. La ceremonia de entrega se celebrará el próximo 30 de septiembre en el Koncerthus de Odense, ciudad natal del célebre escritor de cuentos danés.

Allende pasará todo el día en esta localidad, donde participará en una lectura en la Biblioteca Central, visitará la casa natal de Andersen y disfrutará de un almuerzo en el ayuntamiento, explicó la organización del premio en un comunicado.

"Estoy feliz y orgulloso de que Odense reciba una vez más la visita de una de las grandes escritoras internacionales. Como ciudad natal de Hans Christian Andersen es emocionante poder dar la bienvenida a una autora cuyo universo mágico tiene tantos parecidos con el suyo", señaló Steen Møller, concejal de Cultura.

La autora de 'La casa de los espíritus' sucede en el palmarés del premio a la británica J.K. Rowling, creadora de la saga infantil de Harry Potter y ganadora de la primera edición en 2010.

La escritora chilena ya fue una de las embajadoras del Año Internacional Hans Christian Andersen en 2005, organizado por las autoridades danesas para celebrar el bicentenario de su nacimiento.


martes, 27 de marzo de 2012

La angustia de la lengua: Pizarnik entre los diarios y el poema

El reconocido poeta, ensayista y traductor argentino viene hasta Valdivia invitado por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Austral de Chile.


Escrito por: Fernanda Luzzi Haussmann - Periodista Fc. Filosofía y Humanidades
Email: fernandaluzzi@gmail.com
Publicada el: 26-03-2012



Edgardo Dobry, estará en la ciudad para dictar una única conferencia sobre la poetisa trasandina, Alejandra Pizarnik, este jueves 29 de Marzo a las 11:30 horas en el Auditorio del Centro de Innovación Docente (CIDFIL).

Dobry es profesor asociado de la Facultad de Filología de la Universidad de Barcelona, dónde dicta asignaturas de literatura hispanoamericana y teoría de la literatura, además es miembro del Consejo de Dirección de la Revista Diario de Poesía, ha publicado artículos y ensayos en Argentina, España y México y su relación, pública, con Alejandra Pizarnik se remonta al 2007 cuando lanza el volumen de ensayos “Orfeo en el quiosco de Diarios”.

Claro que su vínculo con esta reconocida representante del surrealismo poético, proviene de la lectura, en paralelo, de su Diario personal y poesía, en particular del libro Extracción de la Piedra de la Locura y de algunos de los poemas póstumos, de los últimos que escribió durante su internación en un Hospital Psiquiátrico. Si bien la conferencia tratará temas atingentes a la poetisa, Dobry cree que “cualquiera que guste de la poesía puede participar y si ha leído a la autora, tanto mejor”.

Alejandra Pizarnik tuvo una vida difícil pero brillante, comenzó a publicar libros, con casi 20 años, en 1955. Vivió en París entre los años 1960 y 1964, dónde se codeó con representantes de la literatura y poesía mundial, en 1969 recibe la beca Guggenheim, la que le permitió viajar a Nueva York y en 1971 la Fullbright. En 1972, con 36 años, se quita la vida.

Edgardo Dobry fue galardonado, en el 2010, con una beca de la Fundación Guggenheim de Estados Unidos para la creación literaria. A su vez, es colaborador habitual de suplementos literarios: Babelia (El País, España) y ADN Cultura (La Nación, Argentina).

Con respecto a la poesía chilena, Dobry señala que sí la conoce, “hay muchos poetas que me gustan y sigo: entre los clásicos, el primer Neruda (el de Residencia en la tierra), Jorge Teillier, Parra, Lihn; entre los actuales, Yanko González y Pedro Araya, con quienes colaboré escribiendo un epílogo para su antología ZurDos. También Matías Ayala, por ejemplo”.

La conferencia se realizará este jueves 29 de Marzo a las 11:30 horas en el Auditorio del CIDFIL de la Facultad de Filosofía y Humanidades.



La Última Inocencia de Alejandra Pizarnik

Partir

en cuerpo y alma

partir.

Partir

deshacerse de las miradas

piedras opresoras

que duermen en la garganta.

He de partir

no más inercia bajo el sol

no más sangre anonadada

no más fila para morir.

He de partir

Pero arremete ¡viajera!


sábado, 28 de enero de 2012

CHARLES DICKENS: 200 años de su natalicio


Charles Dickens

El próximo 7 de febrero se cumple el bicentenario del nacimiento del escritor inglés Charles Dickens y se celebrará con la reapertura de su casa.
Los 200 años del natalicio de Dickens han movilizado a Inglaterra con un gran número de actividades entre las que destacan programas culturales, homenajes y la reapertura de su casa museo.

También el Instituto de Cine Británico proyectará una retrospectiva del autor “Dickens en pantalla”.
En latitudes como España será lanzado el libro titulado “Dickens enamorado” un inédito que reúne la cartas entre el escritor y su enamorada María Beadnell, con quien tuvo un amor prohibido.

La reapertura de la casa-museo en Portsmouth, Inglaterra, será la cereza del pastel de los festejos.
En el ahora museo del autor de ‘David Copperfield’ se podrán observar decenas de fotografías de él y sus familiares, así como un busto de su padre John Dickens.

También se podrá conocer su dormitorio y una réplica de su escritorio donde relató algunas de sus novelas más famosas. La casa de Dickens será reabierta hoy 28 de enero para los visitantes.


Biografía:
(Portsmouth, Reino Unido, 1812-Gad's Hill, id., 1870) Escritor británico. En 1822, su familia se trasladó de Kent a Londres, y dos años más tarde su padre fue encarcelado por deudas. El futuro escritor entró a trabajar entonces en una fábrica de calzados, donde conoció las duras condiciones de vida de las clases más humildes, a cuya denuncia dedicó gran parte de su obra.
Autodidacta, si se excluyen los dos años y medio que pasó en una escuela privada, consiguió empleo como pasante de abogado en 1827, pero aspiraba ya a ser dramaturgo y periodista. Aprendió taquigrafía y, poco a poco, consiguió ganarse la vida con lo que escribía; empezó redactando crónicas de tribunales para acceder, más tarde, a un puesto de periodista parlamentario y, finalmente, bajo el seudónimo de Boz, publicó una serie de artículos inspirados en la vida cotidiana de Londres (Esbozos por Boz).
El mismo año, casó con Catherine Hogarth, hija del director del Morning Chronicle, el periódico que difundió, entre 1836 y 1837, el folletín de Los papeles póstumos del Club Pickwick, y los posteriores Oliver Twist y Nicholas Nickleby. La publicación por entregas de prácticamente todas sus novelas creó una relación especial con su público, sobre el cual llegó a ejercer una importante influencia, y en sus novelas se pronunció de manera más o menos directa sobre los asuntos de su tiempo.
En estos años, evolucionó desde un estilo ligero a la actitud socialmente comprometida de Oliver Twist. Estas primeras novelas le proporcionaron un enorme éxito popular y le dieron cierto renombre entre las clases altas y cultas, por lo que fue recibido con grandes honores en Estados Unidos, en 1842; sin embargo, pronto se desengañó de la sociedad estadounidense, al percibir en ella todos los vicios del Viejo Mundo. Sus críticas, reflejadas en una serie de artículos y en la novela Martin Chuzzlewit, indignaron en Estados Unidos, y la novela supuso el fracaso más sonado de su carrera en el Reino Unido. Sin embargo, recuperó el favor de su público en 1843, con la publicación de Canción de Navidad.
Después de unos viajes a Italia, Suiza y Francia, realizó algunas incursiones en el campo teatral y fundó el Daily News, periódico que tendría una corta existencia. Su etapa de madurez se inauguró con Dombey e hijo (1848), novela en la que alcanzó un control casi perfecto de los recursos novelísticos y cuyo argumento planificó hasta el último detalle, con lo que superó la tendencia a la improvisación de sus primeros títulos, en que daba rienda suelta a su proverbial inventiva a la hora de crear situaciones y personajes, responsable en ocasiones de la falta de unidad de la obra. En 1849 fundó el Houseold Words, semanario en el que, además de difundir textos de autores poco conocidos, como su amigo Wilkie Collins, publicó La casa desierta y Tiempos difíciles, dos de las obras más logradas de toda su producción. En las páginas del Houseold Words aparecieron también diversos ensayos, casi siempre orientados hacia una reforma social.
A pesar de los diez hijos que tuvo en su matrimonio, las crecientes dificultades provocadas por las relaciones extramatrimoniales de Dickens condujeron finalmente al divorcio en 1858, al parecer a causa de su pasión por una joven actriz, Ellen Teman, que debió de ser su amante. Dickens hubo de defenderse del escándalo social realizando una declaración pública en el mismo periódico. En 1858 emprendió un viaje por el Reino Unido e Irlanda, donde leyó públicamente fragmentos de su obra. Tras adquirir la casa donde había transcurrido su infancia, Gad’s Hill Place, en 1856, pronto la convirtió en su residencia permanente.
La gira que inició en 1867 por Estados Unidos confirmó su notoriedad mundial, y así, fue aplaudido en largas y agotadoras conferencias, entusiasmó al público con las lecturas de su obra e incluso llegó a ser recibido por la reina Victoria poco antes de su muerte, acelerada por las secuelas que un accidente de ferrocarril dejó en su ya quebrantada salud.