
DOS DE NOVIEMBRE
No quiero
Que mis muertos descansen en paz
Tienen la obligación
De estar presentes
Vivientes en cada flor que me robo
A escondidas
Al filo de la medianoche
Cuando los vivos al borde del insomnio
Juegan a los dados
Y enhebran su amargura.
Los conmino a estar presentes
En cada pensamiento que desvelo
No quiero que los míos
Se me olviden bajo tierra
Los que allí los acostaron
No resolvieron la eternidad
No quiero
Que mis muertos me los hundan
Me los ignoren
Me los hagan olvidar
Aquí o allá
En cualquier hemisferio
Los obligo a mis muertos
En su díaLos descubro, los trasplanto
Los desnudoLos llevo a la superficie
A flor de tierra
Donde está esperándolos
El nido de la acústica.
Stella Díaz Varín
3 comentarios:
Gracias Clau por recordarme anoche a esta contundente poeta.
Este poema es una tremenda reflexión ante la muerte y su significado, es una propuesta íntima para el control y manejo de nuestro propios recuerdos sobre quienes han partido.
no quiero
que mis muertos descansen en paz
tienen la obligación
de estar presentes...
tienen la obligación, qué tajante frase para un muerto, pues acostumbramos a llorarlos y a dejarlos tranquilos... pero quizás stella nos da una luz, quizás es al revés, y sí, debemos obligarlos a mantenerse presente, y a vivir en cada flor que nos robamos...
un abrazo
clau
Cuando se sufre la muerte de un ser querido (recuerdo el deceso de mi madre hace cuatro años y ahora la de un gran amigo) uno se niega a la aceptación, reniega de todos los dioses y dice no, yo no quiero que te apartes, quiero que estés aquí a mi lado donde yo pueda tocarte...donde pueda quererte, donde pueda mirarte ...la impotencia ante la muerte y la reacción ante lo desconocido; la muerte es una dimensión que cuesta tanto aceptar, sobre todo para los faltos de fe como es mi caso...
Luisa
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