Perdido hace mucho tiempo de las redes sociales, que no siempre satisfacen los íntimos deseos de amistad y comunicación verdaderas, ha reaparecido el poeta Dante Cuadra. Por obra y magia creo, no tengo la seguridad pero, todo lo indica, de su hijo Gonzalo, que se ha preocupado de reinsertar al poeta en Facebook. Estos medios virtuales no serán la mejor forma de comunicación y enlace, pero son instantáneos y de gran cobertura. Me alegra esta reaparición del ermitaño zurdo y de la reedición de su poesía que pronto estará disponible en formato PDF para la apreciación del público lector amante de la buena poesía.
La fiesta del zurdo
Aun cuando el zurdo decía tener
unos zapatos de charol blancos con negro
no fue invitado a la fiesta
pero igual estuvo contento
esa tarde
sus amigos reventaron el aire
desde el balcón
y una lluvia de panes dulces y galletas
llenó sus bolsillos
El mundo está lleno de zurdos
Durante un tiempo amó a
Briggitte Bardot
ella lo ignoraba
todavía la recuerda con nostalgia
El zurdo era pobre
siempre
gritaba por las calles que
reparaba somieres y paraguas
a veces compraba huesos
otras afilaba cuchillos
y era el mismo zurdo pobre
que empujaba su carretón calle adentro
o vida adentro
o muerte adentro
Siete días han
(A César Vallejo)
Hace ya ocho días hoy
que fue lunes de nuevo en todas partes
El seso se rompe de espera
hace ocho días
diga lo que diga callo por todos los costados
por haber así nacido
de sollozo
hace ocho días
el gallo canta o llora
desde el húmero
hasta la línea que corta el ojo
a esta hora de este lunes ya sido
apenas silencioso y silabario
Hizo lo que hizo
Tendido a la sombra del aire
el zurdo se dijo que la vida es un pájaro desarraigado de sí
y afiliándose al último odio necesario
regó por última vez sus plantas
cerró la única ventana
puso sus zapatos en un cajón
olvidó los números y las historias
rompió el papel en el que dibujó su nombre
se guardó como un inerte utensilio
Arrinconado cuidadosamente en un mueble viejo
dejó que las ratas le comieran las uñas
solo sus brazos permanecieron tibios
abrazándola sin querer
Fantasmas
Juro
vi perfectamente cuando levantó
su camisón blanco hasta
su cintura
abajo no había nada
Dante Cuadra. Del libro Zurdo Puertas Afuera, Editorial Universitaria. 2009
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