miércoles, 18 de noviembre de 2009

JOSÉ SARAMAGO VUELVE A POLEMIZAR CON "CAIN"




En su última novela, el Premio Nobel desacraliza el Antiguo Testamento. Con ella ha despertado críticas y debates a lo largo del mundo.


En el paraíso que narra José Saramago, Adán y Eva no son particularmente inocentes. "El señor hizo aparecer unas cuantas pieles de animales para tapar la desnudez de adán y eva, los cuales se guiñaron los ojos el uno al otro en señal de complicidad, pues desde el primer día sabían que estaban desnudos y de eso bien se habían aprovechado", relata el Premio Nobel portugués en "Caín" (Alfaguara), su último libro.

En él, Adán y Eva tampoco son los únicos hombres en el mundo, y han sido creados por un Padre que se olvida de darles el habla, les dibuja ombligos por mera estética y es tan responsable del asesinato de Abel como Caín. Así se lo hace ver este último: "Tú has sido quien lo ha matado. Sí, es verdad, yo fui el brazo ejecutor, pero la sentencia fue dictada por ti, caín podía haber elegido entre el bien y el mal, si eligió el mal pagará por eso, Tan ladrón es el que va a la viña como el que se queda vigilando al guardia... reconoces entonces tu parte de culpa". Dios responde: "La reconozco, pero no se lo digas a nadie".

Con esta irreverente versión del Antiguo Testamento, regresa el José Saramago que tantas iras despertó con "El Evangelio según Jesucristo" (1991). Si en éste el juego era con el Nuevo Testamento, en "Caín" Saramago arremete contra el Antiguo, resignificando a este personaje bíblico e introduciéndolo en otros episodios como el arca de Noé, o el sacrificio de Abraham con su hijo Isaac. Todo siempre narrado con una fuerte dosis de ironía y humor. En este último pasaje, por ejemplo, el ángel encargado de detener el asesinato del padre hacia su hijo, pedido por Dios como muestra de fe, llega tarde y es Caín quien lo frena. "Siento mucho haber llegado tarde, pero no ha sido culpa mía, cuando venía hacia aquí me surgió un problema mecánico en el ala derecha", dice el ángel. En el libro, además, cada uno de los nombres bíblicos está escrito con minúscula, como clara muestra de desacralización.

Pero tal vez lo más polémico de "Caín" es lo que ha rodeado a este libro. Concretamente, las opiniones que su autor vertió en su lanzamiento en Portugal y las que ha pronunciado en distintas presentaciones y entrevistas. "Sin la Biblia seríamos otras personas, seguramente mejores", "Dios no es alguien de fiar", o "La Biblia es un libro terrible, y sombrío, pero a la vez muy divertido", ha dicho. Y así también: "No estoy cuestionando a Dios, estoy cuestionando a la humanidad que lo ha inventado".

Las reacciones no se han hecho esperar. El diputado de su país Mario David le exigió que abandonara su nacionalidad portuguesa. El portavoz de la Conferencia Episcopal Portuguesa, Manuel Marujao, dijo: "Un escritor de la dimensión de José Saramago debería tomar un camino más serio. Podrá hacer críticas, pero entrar en un género de ofensas no le sienta bien a nadie, y menos a un Premio Nobel"; y en su país se vieron algunas manifestaciones públicas en contra. Esto, por supuesto, alimentó el interés al punto que en Portugal el libro llegó a vender 30.000 ejemplares en dos semanas; y ha seguido acaparando miradas en los países en los que aterriza. Ahora es el turno de Chile.


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Para recordar

José Saramago nació en Azinhaga, Portugal, en 1922. Es autor de "Ensayo sobre la ceguera", "Todos los nombres" y "El viaje del elefante", entre otros. En 1998 obtuvo el Premio Nobel de Literatura.


Constanza Rojas V.

2 comentarios:

Eva Magallanes dijo...

¡Tengo que leerlo!
Excelente escritor Saramago, he leído el Evangelio... y Ensayo sobre la ceguera, libros hondos que me devoré.
Que bueno saber por Tinta Verde de su nueva obra (ya sé que pedir pa la Pascua, já, já!)

Que estés bien Luisa, besotes!

Luisa García dijo...

Hola Eva! ve escribiendo una carta al viejo pascuero; también pondré un libro entre mis preferencias de regalos... Un abrazo y gracias por la visita.