Las campanadas de un reloj incierto
indican la hora de mi encuentro
con el espejo de lo ido
sonríe
o tal vez sonllora tu fantasma
en el cristal de la memoria
habla de luces y naufragios
de párpados y besos, de violetas,
de inciensos de aquel amanecer
embriagado de versos
la luna del espejo, como muro de los lamentos
Desvanecidos tus huesos
las coordenadas señalan
todo es ausencia
todo es silencio.
4 comentarios:
Me gusta el muro de los lamentos, ese sonllorar, inigualable.
Gracias por su comentario y gracias también por visitar este rincón literario.
Buscando y buscando me encontré con este muro de plata y cráteres en un supterfugio estelar; que no es otra cosa que la vidriera del alma.
Gracias y felicitaciones.
Desde un norte perdido... Chislenko Rojas.
Gracias por llegar hasta aquí por los intrincados caminos de internet. Mi página hace tiempo duerme y gracias a su comentario siento la necesidad de reactivarla, siempre fue un buen lugar para depositar sentimientos, poesía y cosas relacionadas con el arte, saludos!
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