"Pero siempre, siempre, hubo en mí un clamor por la fe y por la perfección,
siempre me miré con disgusto y pedí volverme mejor.
He alcanzado mucho; espero alcanzar más."
Siempre
pensé en que lo que es la flor misma, la coronación de mi religión, el amor a
los seres está en Ud. mucho, mucho más que en mí. En Ud. es estado cotidiano,
en mí florece después de luchas reñidas con mi ángel malo. Siempre lo vi como
Ud. se me presenta: con un alma no viril (por virilidad entienden casi todos la
rudeza) y sufre siempre que va por sus venas no la sangre espesa que da las
pasiones comunes, los celos, los rencores, sino un zumo azul de azucenas
exprimidas. Y vea Ud. cómo se cumple aquí cierta extraña ley según la cual
llega a un paraje privilegiado un pobre anhelante atravesando diez países, y no
llega, porque no le tienta o porque tiene cobardes los pies fuertes, el que
está al mismo nivel del paraje aquel, separado de él por una pared frágil. Ud.
no necesita ascender; está en el mismo plano, pero le repugna el esfuerzo y
sobre todo un esfuerzo hacia cosas que le inspiran desamor. ¡El caso mío es tan
diverso! Yo nací mala, dura de carácter, egoísta enormemente y la vida exacerbó
esos vicios y me hizo diez veces dura y cruel. Pero siempre, siempre, hubo en
mí un clamor por la fe y por la perfección, siempre me miré con disgusto y pedí
volverme mejor. He alcanzado mucho; espero alcanzar más. ¿No ha pensado Ud.
nunca que la fe sea un estado de vibración especial en el cual hay que ponerse
para que el prodigio venga a nosotros o se haga dentro de nosotros? La materia
necesita hallarse en tal o cual estado para quedar habilitada para tal o cual
operación o transformación magnífica; en su estado natural es un imposible
alterarla o realizar la maravilla que después se realiza. ¿No ha pensado Ud.,
cuando los descreídos alardean de no haber oído llamado alguno espiritual, que
la fe mueva dentro de nosotros ocultos resortes, abra ventanas incógnitas que
nadie sino ella pueda abrir, hacia lo desconocido? Ud. que sabe del amor a todo
lo que vive habrá sentido que ese estado de simpatía es una felicidad. (Puede
llegar al éxtasis.) Bueno; este estado de fe a que le he aludido se parece
mucho a ese estado de arrobo que da ese amor. De ahí que el que ama se parezca
mucho al que cree y de ahí que la fe pueda llenar el sitio que el amor debió
llenar en un alma. Santa Teresa y los místicos conocieron, dentro de la
exaltación espiritual, el estado del amor como el más apasionado de los
mortales; no les quedó ignorado ese estado; tal cosa fue una inferioridad; lo
conocieron enorme y arrebatador en sus éxtasis. Se parecen tanto el rezar y el
querer intenso! El estado de exaltación en el que florece la oración, lo llevo
yo a veces todo un día. Voy orando, orando; mi corazón y mi pensamiento son una
llama que clamorea al cielo por trepar hasta Dios. Y esos son mis días de dicha
intensa. Será que riego las cosas de mi amor y gasto raudales de espíritu; ello
es que tengo después depresiones lastimosas. Y tanto como oí de luz cegadora
veo después de entraña negra; ¡caigo tan alto como subí!; un hastío me roe el
corazón, que un día antes fue una apoteosis y suelo llegar hasta la
desesperación. No dudo de Dios, no; dudo de mí; veo todas mis lepras con una
atroz claridad; me veo tan pequeña como los demás, escurriendo mis aguas
fétidas de miseria por un mundo que es una carroña fofa. Sufro horriblemente.
Sin embargo, estas etapas se hacen cada día más breves; ya no ocupan como antes
años, meses, ni siquiera semanas. Yo he descubierto el enemigo: es la
exaltación misma en el creer. Yo sé que Ja perfección no puede ser sino la
serenidad. Y la busco, y la hallaré algún día. El arte daña para esta busca; el
arte —y el de hoy más que otro— está impregnado de fiebre; convulsionado de una
locura lamentable.
Yo no soy una artista, pero el ver estas cosas aún desde lejos daña. A mí me ha salvado la enseñanza. ¡Es tan vulgar y tan seca! Hay períodos en que yo trabajo salvajemente en cosas que ni aun necesito hacer, para gastarme esta exuberancia de fuerzas, para fatigarme el espíritu inquieto.
¿Por qué le hablo tanto de mí? No sé; me parece un deber mío mostrarle todo lo que de malo y de amargo yo alojo dentro. Cada día veo más claramente las diferencias dolorosas que hay entre Ud. —luna, jazmines, rosas— y yo, una cuchilla repleta de sombra, abierta en una tierra agria. Porque mi dulzura, cuando la tengo, no es natural, es una cosa de fatiga, de exceso de dolor, o bien, es un poco de agua clara que a costa de flagelarme me he reunido en el hueco de la mano, para dar de beber a alguien, cuyos labios resecos me llenaron de ternura y de pena.
Vea Ud., pues, cómo ésta que cree que siente a Dios pasar a través de ella como a través de un lino sutil, es tan miserable, tan llena de máculas al lado de Ud. y que no cree. Esto mismo ¿hará que a Ud. no le importe el creer? No, hará que Ud. lo desee porque si con mi escoria negra suelo yo hacer una estrella (entrar en divino estado de gozo espiritual) Ud. con su pasta de lirios a qué zonas entraría, qué corrientes de luz eterna atraería a su mar, qué vientos cargados de olor a gloria bajarían a su valle, si Ud. quisiera gritar con todas sus fuerzas creo?
No, yo no soy capaz de enseñarle nada y todo lo que puedo hacer por Ud. es matar sus ocios con cartas largas que le devoren una hora de fastidio.
La
vida me ha dejado un guiñapo sucio de las ropas magníficas que mi alma debió
tener y Ud. no puede, ¡no, por Dios, llamarme maestra! Si no fuera Ud. quien lo
dice, me parecería una burla.
Respecto a los "Juegos Florales": me dolió lo que un anónimo me decía porque —y aquí le confesaré uno de mis fanatismos— se me decía allí farsante. Ponga Ud. en lugar de esa palabra cualquier insulto, cualquiera, y me quedo tranquila; pero nada he cuidado más celosamente que de ser presuntuosa y me he arrancado con pinzas calientes las pequeñas vanidades que me asomaban a flor de labios y de ahí que me exaspere la palabra farsante más que otra cualquiera. Sobre la publicación de la poesía, hay esto: Yo no he querido que la poesía se conozca, y esto por razones morales largas de contar. La he negado a varias publicaciones de provincia que me la pidieron. Sin embargo, alguien me la ha sacado de entre mis papeles y sé que la ha mandado a alguna parte. Por cierto que yo no he autorizado esto. Ni aun va firmada. Así, pues, agradézcole hondamente su bondadosa proposición y no la aprovecho por las razones dadas.
Respecto a los "Juegos Florales": me dolió lo que un anónimo me decía porque —y aquí le confesaré uno de mis fanatismos— se me decía allí farsante. Ponga Ud. en lugar de esa palabra cualquier insulto, cualquiera, y me quedo tranquila; pero nada he cuidado más celosamente que de ser presuntuosa y me he arrancado con pinzas calientes las pequeñas vanidades que me asomaban a flor de labios y de ahí que me exaspere la palabra farsante más que otra cualquiera. Sobre la publicación de la poesía, hay esto: Yo no he querido que la poesía se conozca, y esto por razones morales largas de contar. La he negado a varias publicaciones de provincia que me la pidieron. Sin embargo, alguien me la ha sacado de entre mis papeles y sé que la ha mandado a alguna parte. Por cierto que yo no he autorizado esto. Ni aun va firmada. Así, pues, agradézcole hondamente su bondadosa proposición y no la aprovecho por las razones dadas.
Le
he dicho que tengo malos días. Este es uno y otros le han precedido. Hoy me he
visto tan miserable que he desesperado de ser capaz de hacer bien. A nadie, a
nadie puede dar nada quien nada tiene. ¡Dulzura! me he dicho. Pero si no la
poseo. ¡Consolación! Si eres torpe y donde cae tu mano es para herir. Y este
demonio me ha azuzado cruelmente. No es a los demás a quienes odio en estos
días, es a mí, a mí. No sé; el negror de los pinares se me entró en el
espíritu. A propósito. Corrija en ellos cambiando en "Así el alma era — tapiz
sonrosado", tapiz por alcor. Debí empezar hablándole de unos ejercicios
para su salud. Llenarán mi próxima. Espero lavarme de mi lodo de pesimismo y
estar limpia para mi próxima. ¿Es verdad que Ud. mejora? ¿Usa Ud. también las
mentiras piadosas de que me habla? El 4 de Frbro. me voy a Talcahuano, talvez
dos días antes, talvez.
Rezo
por Ud. esta noche, con fervor intenso.
L. Godoy
26 de En.
3 comentarios:
Hola Luisa: Nuestra amiga Anna "Chugar" ha abierto una nueva red social en ning.com se está bien, puedes publicar cuando lo desees sin presiones de ningún tipo. Te dejo el enlace por si te decides a participar mi gran amiga. Abrazos. H.
http://megustaquemelean.ning.com/
Grazie mile Giancarlo. Felice fine settimana-
Gracias por la invitación Homero. Visitaré el sitio de Ana "Chugar". Hoy por hoy estoy exiliada de estos sitios por falta de tiempo y a veces de ganas. Intentaré reencantarme. Cariños.
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