domingo, 11 de enero de 2009

Recomendado: El caso Neruda de Roberto Ampuero

Roberto Ampuero


"Lo que engrandece a Neruda son sus contradicciones"



Hechos conocidos e inéditos del poeta marcan la historia que el escritor chileno Roberto Ampuero ha construido en su nueva novela El Caso Neruda, donde dos personajes interactúan presentado al lector el pasado del famoso escritor. En la realidad, Neruda -residiendo en su casa de La Sebastiana-, y en la ficción, Cayetano Brulé, el detective creado por Ampuero.Ampuero juega con la especulación y el "que hubiera pasado si", donde las palabras "Yo te pregunto, ¿dónde está mi hijo?", contenidas en el libro Los Versos del Capitán -que el autor escribió clandestinamente para Matilde Urrutia en 1952, cuando eran amantes-, hubiesen tenido eco en la vida de Neruda.


"Creo que hay dos momentos cruciales que me encienden la chispa para escribir el libro, uno es que leyendo a Neruda veo de pronto un poema donde el habla de la hija que tuvo con hidrocefalia, de Malva Marina, donde expresa su dolor y dice que esperó con mucho amor a esta hija que no nació sana, que no tenía posibilidad de recuperarse y que iba a morir temprano y, después, en el libro Los Versos del Capitan, Neruda tiene un poema que se llama La Prodiga, que está dedicado a Matilde Urrutia donde él dice 'y yo te pregunto donde está mi hijo'. Me di cuenta que siempre hablamos de Neruda como un hombre muy exitoso, con mucha, fama, amigos, amantes, el Nobel y que sin embargo había en él un aspecto que era como una obsesión y un dolor tremendo, del que nadie habla y que es que quiso ser padre pero no pudo", comenta a LaTercera.com, Roberto Ampuero.


Sobre esta base parte el autor de Los Amantes de Estocolmo para ficcionar la vida de uno de los autores más conocidos de nuestro país y unirlo a su ya mítico detective privado que, en la novela, al igual que Neruda, es descubierto, ya que por primera vez se cuenta el origen de Brulé.
"Los personajes cuando tienen una saga comienza a crecer o a morir, si nadie lo lee. Este personaje ha tenido mucha aceptación y muchas traducciones y de pronto comienza a adquirir su propio peso y dentro de las cosas que empieza a exigir es su historia previa, porque siempre queda en una especie de neblina sobre cómo había llegado a Chile, cómo se había convertido en investigador, con quién había llegado, por ejemplo", afirma.


De igual forma, el escritor comenta que a medida que se fueron dilucidando las distintas aristas de las vidas de ambos personajes, el Neruda llevado a la ficción y Brulé, que siempre ha vivido en ella, la novela tomó su propio ritmo. "Los dos personajes me fueron conquistando, se dio la novela y no fue una que me costó concebir sino que cuando arrancó tomó fuerza inmediatamente, es la novela de Cayetano (Brulé) que más me encanta porque tiene esa fuerza de que se escribió sola", dice.


Asimismo, Ampuero recalca el valor de descubrir la figura del "gran poeta chileno" con sus luces y sombras, sin ser una apología ni una demonización de un personaje cuyo mito ha sido en muchos casos más grandes que su propia vida y obra.


"Sus dolores quedan un poco ocultos, así como sus errores, yo en esta novela me encargo tanto de sus inconsecuencias políticas como de su relación con las mujeres, creo que tocar ese aspecto de lo que no alcanzó a lograr un ser siempre visto como perfecto, ejemplar, era para muchos debilitarlo, pero mi intención es tratar de subrayar aquellos elementos que lo engrandecen, lo que a mi parecer se encuentra en sus contradicciones. Esta novela construye a un Neruda de carne y hueso y probablemente esa sea también su fortaleza", afirma.


Un Neruda que más allá de la colección de caracolas y mascarones de proa, la casa en Isla Negra, el Premio Nobel, las múltiples amantes y los versos románticos, es configurado por Ampuero como un hombre contradictorio, un campeón de las relaciones públicas que supo proyectar una imagen sobre sí mismo que sus seguidores se dedicaron de subrayar y que él supo aprovechar bien.


Una imagen que puede no gustar a los seguidores del poeta, pero que el escritor defiende al decir que no es una novela autobiográfica ni de corte histórico, así como también recalca la tendencia a ensalzar ciegamente a personaje claves de la historia nacional. "Nos falta una capacidad para mirar de forma mas madura lo que han sido los procesos en Chile y lo que han sido sus grandes hombres, pero también nos falta la capacidad para aceptar que los héroes o modelos no lo son porque hayan sido perfectos", concluye.


http://www.tercera.cl/contenido/29_69467_9.shtml

2 comentarios:

Claudia Curimil Hernández dijo...

Hola, Lu, tanto tiempo, espero que andes bien, contenta en lo posible...

oye, he hecho remodelaciones en mi casablog, tengo una ventanita de conversación,que puede servir para recomendar libroso dar avisos... y tb puse una radio!, que por ahora tiene un sólo tema, pero es re lindo,pensé que me sería imposible con esta resistencia que tengo con la tecnología, pero aquí estamos, haciendo lo que se puede. Estas super invitada, y lee a este poeta que he puesto recién porque me parece grande grande... Jorge Enrique Adoum

y te dejo un abrazo cariñoso!

clau

Luisa García dijo...

Hola Clau, gracias por llegar hasta aquí, últimamente he estado inmersa en el trabajo y también un poco desilusionada de este sitio, a veces pienso que no fue una buena idea alojar el Tinta Verde en Bloger, creo que antes en La Coctelera tenía más retorno y más amigos... en fin... veremos que pasa. Iré a tu blog ahora, quiero ver esos cambios. Un abrazo.