miércoles, 29 de octubre de 2008

Premonitorio

Eduardo Díaz E.


PREMONITORIO


La tarde despeja cortinas grises, en
cristales de ventanales oscuros,
la humedad de los presagios impregna
su plumilla artera en la cabeza de medusa.

Anuncios con tañidos lúgubres y ladridos
de perros furiosos, engrifando el gato negro
de la noche, abriendo garras que sueltan
la ponzoña del miedo.

Se mueven los extraños seres
que corroen el interior de las vísceras,
éstas; gotean su drama, envueltas en
celofán de dolor, arqueando de amargor,
angustiosa lengua envejecida.

Se alzan blancos alfiles perdidos,
esa sábana espera,
se aprietan los minutos sin saber
cuando todo termina.





LA FRUTA DEL PÉNDULO


La gota destruye los hilos de la cordura,
deshilachándolos por los distintos pasillos
del laberinto, aúlla el animal indefinido
temblando la garganta al sabor del terror.

Martilla los sesos que tiemblan en un ramo
de floridas interrogaciones,
no hay respuestas, solo el golpe monocorde,
abre brechas de amplias alamedales heridas
de un fastuoso verde infierno.

La infame ronda, está allí,
escondida como escarabajo,
se mueve ardiendo sus artejos
cada espacio de carne lacerada,
está, acecha.

Cae la guadaña
es último brillo de su hoja
sangrienta.




Eduardo Díaz Espinoza
Antofagasta, 27 de octubre de 2008

No hay comentarios: